Como gran diseñadora de moda flamenca, me parecía genial dedicarle un post.
Nace en Sevilla. Es una de las grandes diseñadoras de trajes de alta costura flamenca.
Desde muy joven se dedica a la moda flamenca, pasión que le viene de la mano de su madre, mujer vital e inquieta que regentaba hace ya cuarenta años una empresa familiar dedicada a comercializar trajes de flamenca.
Pronto, esa gran vocación, le lleva a remodelar esos mismos trajes introduciendo nuevas formas en las texturas de los tejidos, impregnándolos de su propia personalidad y diseñando, igualmente, sus propios complementos de flamenca.
La gran aceptación por parte del público a lo largo de estos años hace afianzar su carrera profesional logrando abrir su propio taller de diseño y su tienda en las calles Álvarez Quintero, 16 y Blanca de los Ríos,1 (Plaza del Salvador) allí, junto a un gran equipo de profesionales y de su madre crea de forma artesanal y a medida piezas únicas de trajes de flamenca, incorporando, más recientemente, creaciones de trajes de novias y fiesta.
Aurora, es fundadora tanto de Simof (Salón Internacional de Moda Flamenca), desde sus inicios, como diseñadora de complementos y más tarde como diseñadora de trajes de flamenca, como de la pasarela anual Sevilla de Moda, donde desfila con sus colecciones de trajes de novias y fiesta, además del resto de pasarelas a las que acude.
Recibió el premio nacional como “Mujer Innovadora” en su categoría de moda flamenca, en la edición 2006-2007, otorgada por la publicación Mujer Innovadora en colaboración con la Fundación Tierra de Hombres.
Cada año, Aurora, nos presenta un renacer de sus colecciones hacia formas y estilismos que evolucionan desde de una memoria cultural evocadora de retazos de lienzos clásicos, ensoñaciones románticas, costumbristas, formas neoclásicas, tradiciones cíngaras de pueblos nómadas y de otras muchas culturas populares, a transmitirnos, en algunas de sus creaciones, un lenguaje único, con elementos sacados de la naturaleza con su peculiar gestualización de las flores, de los pliegues airosos de sus telas, de su visión de los colores y de la espontaneidad de sus motivos geométricos, propios de su capricho creativo, de su propia bohemia…Todo ello fruto de su curiosidad insaciable por el pasado y el presente, jugando siempre con la composición, los colores y los tejidos más nobles, junto a su propia inspiración, siempre, inconformista, rompedora y heterodoxa del arte de entender la moda como algo vivo y dinámico. Y que, como ella misma dice: “...disfruta cogiendo un trozo de tela y junto con su gran equipo de profesionales, convertirlo en una pequeña obra de arte…”, tradición y renovación, preludio de nuevas tendencias que aun nos quiere dar a descubrir en cada nueva pasarela.
Sus colecciones de trajes de flamenca, realzan la elegancia de la mujer a la que viste; auténtico sello de la casa, son sus sutiles mangas largas terminadas en un ramillete de volantes superpuestos que crecen en volumen y movimiento, sus encajes trabajados como retablos de pura orfebrería y el dominio del color iridiscente, desbordante e impactante a la retina del espectador. Son como esculturas en movimiento que nos enseñan algo desconocido, como solo se expresa en Arte.Una saga familiar que en su taller y tienda recibe y goza del cariño de un gran público en general y de personalidades de todos los ámbitos sociales, políticos y culturales (Carla Goyanes, Mª Teresa Campos, su hija Terelu y nieta, Clara Courel, Alejandra Osborne, Irma Soriano, Carmen Janeiro, María Jiménez, Rocío Carrasco, Magdalena Álvarez, Amparo Rubiales, Carmen Posadas y otras tantas personalidades) recordando, la huella especial que dejó en su corazón, a la que tuvo el privilegio de conocer y vestir con aquellos trajes de flamenca y batas de cola, Rocío Jurado, que con su fuerza interior le dio la oportunidad de que el estilo Aurora Gaviño se viera fuera de nuestras fronteras y que le inspiró un tipo de volante que en su taller llaman “Volante Rocío Jurado” para que cuando levante el brazo la flamenca el envés y el dorso de los volantes luzcan igual.
Su vida, pues, y su trayectoria profesional discurren, como la de sus otros compañeros diseñadores, por una profunda sensibilidad por evolucionar y crecer para contribuir a la promoción y difusión de nuestro traje regional más universal, el traje de flamenca, alegoría a compás de ese otro arte el Flamenco, tan merecidamente reconocido Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario