Túnica nazarena y sabor de Domingo de Ramos

 Como buena sevillana, espero con nervios y ansia mi día especial de la Semana Santa Sevillana, mi Domingo de Ramos, el día en que sale a la calle todo el trabajo de un año entero. Ya tenemos nuestras túnicas nazarenas colgadas...esperando deseosos el momento en el que nos las ponemos. Compramos nuestros guantes, vamos a por nuestra papeleta de sitio, y entre los amigos comentamos "¡Quillo que he bajado el número de hermano!", "Donde vas este año ¿ en Cristo o en Virgen?"...
Y se nos hace eterna la espera, cuando a solo 10 días de nuestro Domingo de Ramos, acudimos a nuestra Hermandad a limpiar plata, a limpiar insignias, a colocar la ropa de los acólitos, a montar los pasos... vamos la cuaresma de todo cofrade.
El 25 de Marzo tuvo lugar en mi Hermandad la típica Exaltación del Domingo de Ramos, este año pregonada por una chiquilla muy alegre y joven, por lo que nos dio a conocer, Mercedes de Rocío Gonzalo Moya, pues una de sus poesías me llegó a lo más profundo, os la dejó aquí:

Pero si cierro mis ojos Señora,

Desdibujando en mí ese semblante

Este que tanto y tanto me ha dicho antes

más que quiera nada me dice ahora.

Comienzo a desandar todas mis horas

Por si todo lo que dije fue incierto

Pero por más que busco yo no acierto

Y me sabe a inquietud agotadora.

Mas ansiosa al recordar el origen

Pues era mi regalo a la memoria

Y entré sí mis palabras se corrigen.

Ya por fin he llegado a la concordia

pues hoy todos mis versos se dirigen 

A ti, Dolores y Misericordia.